DUENDES. Son ciertos espíritus traviesos que se encargan de atormentar a las personas de cualquier edad, especialmente a las muchachas que tienen novio. En algunos casos las picardías no pasan de cambiar las cosas de su lugar, o esconderlas; de revolcar lo que se halla bien colocado y traer noticias.

En otros casos son perversos: cuando se la dedican a una persona o a una familia entera, van todas las noches a tirar piedras en una forma exagerada, que parece un torrencial aguacero de balasto.

A las jovencitas que tienen novio y éste está de visita, le fastidian con órdenes o secretos malignos al oído, tales que el pobre joven se indigna y termina por no volver a ver a su adorada. Si no esta presente el muchacho o pretendiente, las perturban en la casa con órdenes y consejos, hasta que las enajenan para que no se verifique el matrimonio.

Durante el sueño, estos espíritus les ocasionan pesadillas, las llaman a un lugar conocido, hasta que las tornan sonámbulas. Así han encontrado varias vagando lejos de su residencia, que van o vienen por determinado sitio, din darse cuenta ellas de tal acto. Hasta que alguno de la familia o conocido la encuentra en estado de subconsciencia.Hay casos de niñas y mujeres que desaparecen durante días y cuando se las encuentra estan escuchando embelesadas alguna canción pronunciada por un duende.

Son incontables los casos que se conocen, de familias y jóvenes que han tenido que emigrar a sitios distantes, para librarse de tan fastidiosa persecución. No hay ciudad o pueblo, donde no se hayan conocido estos desastrosos acontecimientos ocasionados por los duendes.

También hay otra versión sobre los duendes:
Que es un niño que murió sin ser bautizado o un niño malo que golpeó a su madre. Es muy pequeño, lleva un sombrero grande y llora como una criatura. Tiene una mano de hierro y otra de lana, cuando se acerca a alguien le pregunta con cuál mano desea ser golpeado. Algunos dicen que no importa cual y el duende golpea con la de hierro. Otros, en cambio, eligen la de lana y es ésta la que en realidad más duele. 

Posee unos ojos muy malignos y dientes muy agudos. Suele aparecer a la hora de la siesta o en la noche en los cañadones o quebradas. Tiene predilección para con los niños de corta edad, aunque también golpea sin piedad a los mayores.