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 LA SEMANA NAVARRA  Domingo 20 Febrero 2000 
JULIÁN INZA ALDAZ, responsable de la estrategia tecnológica de Banesto 

"Si tengo que lanzar una novedad tecnológica, pienso en mi madre" 

Fue un niño pegado a los walky-talky, un joven que montó una emisora pirata y, ahora, de adulto, un apasionado de la informática que se ha pasado media vida explicando a sus colaboradores y a sus clientes la complejidad de Internet. 


Julián Inza Aldaz, en el expositor de banco durante la reciente feria de Internet de Madrid. 
 
 
E

TEXTO: MARÍA A. ESTÉVEZ

FOTOS: MODEM PRESS


STE ingeniero de telecomunicaciones se ha convertido en un gran comunicador del llamado Tercer Entorno que, a diferencia del mundo real, se desarrolla en el mundo virtual de la red.

-- Habrá quien no lea esta entrevista porque no entiende Internet

--Ya. Y, sin embargo, deberían saber de qué va, porque lo que está ocurriendo en este entorno nos va cambiar la vida, como nos la cambió el teléfono o los cajeros automáticos, que al principio nadie entendía. ¿Quién le iba a decir a mis padres cuando estaban de jóvenes allá en Cía y en Mañeru que iban a poder comprar con dinero de plástico? Pues lo hacen ya tan tranquilamente como todo el mundo.

-- ¿Tiempo al tiempo?

-- Mi sobrinica de ocho años me manda ya desde Pamplona correos electrónicos y mi hijo tenía doce años cuando diseñó su propia página web, así que no desespero de que yo pueda pronto decirle a mi madre por correo electrónico que no se olvide de comprarme las tortas de chanchigorri y el café de Salvador Arrasate de funda negra porque preparo viaje a Pamplona y necesito provisiones.

-- ¿Por qué los adultos no aprendemos a aprender como niños?

-- Porque ellos están abiertos a todo y todo lo tienen que aprender, les da igual que sean las guerras púnicas que a navegar por la red. Nosotros creemos que ya sabemos bastante y nos cuesta interiorizar las novedades con su espontaneidad.

-- Pero en la vida hemos interiorizado tantas cosas que deberíamos estar curtidos

-- Es verdad. Recuerdo que cuando se lanzó la tarjeta 4B nadie creía en el futuro del dinero de plástico ni que la gente llegaría a acostumbrarse a los cajeros. Parecía muy difícil explicarlo y mira qué ocurre ahora. En cuanto la gente interioriza una novedad, las dificultades desaparecen. Por eso yo siempre que tengo que lanzar un nuevo producto relacionado con la tecnología pienso en qué diría mi madre.

-- ¿Y qué le diría?

-- Me diría, "no me líes hijo, no me líes". Le cuento un ejemplo. Uno de nuestros productos, el SET fácil para pagar en las tiendas de la red, nació de un invento muy complejo realizado hace tres años, complicadísimo y de gran costo, pero que sabíamos que era muy necesario para la banca. Yo pensaba en algo que pudiera usar mi madre y recordaba cómo al explicarle cómo funcionaban estas cosas ella me decía, "a mi no me líes, hijo: ¿no lo puedo usar como uso ahora la tarjeta?" y eso me dio la pista: hacer un SET que se pareciera lo más posible a algo que la gente tenga ya interiorizado. 

-- ¿Y cómo funciona?

-- Si alguien nos pide una tarjeta para comprar en la red se la damos dentro de una cartera electrónica. Cuando quiere comprar en la red, se conecta con la pági na web, se identifica, su cartera se conecta con nuestro servidor, pincha la tienda, le dice cómo quiere pagar y el precio se carga en su cuenta. Así de sencillo. A la larga esto será aún más fácil: sólo habrá una tarjeta para el cajero, para la red y para todo. Y todo el mundo lo usará con la misma tranquilidad que ahora utiliza la Visa.

-- No me líe, no me líe. Usted sí que lo tiene superinteriorizado...

-- Apasionadamente y desde siempre. Antes incluso de que oyera hablar de ordenadores e informática.

-- Cuente

-- Yo nací en la Chantrea en 1961, cuando no había ordenadores personales. Estudié en Irabia y luego en Irubide, y me dieron la oportunidad de seguir en el Sario, pero ya quería estudiar ingeniería de telecomunicaciones.

-- ¿Los sabía su corazón o su cabeza?

-- Con toda mi alma, porque desde crío yo andaba loco con los walky-talky, y más tarde con los radioaficionados... Tenía una especie de emisora pirata en mi casa con la antena en el tejado que me había fabricado yo. Emitía música fundamentalmente y pensaba que nadie me escuchaba pero llegué a ser muy popular en el barrio: me encontraba con gente que me daba discos para la emisora. 

-- Su hijo no se lo creerá...

-- Muchas de aquellas historias las he vuelto a revivir con la llegada de Internet porque cuando te mueves en territorios nuevos, las sensaciones de los pioneros son muy semejantes. Si por los walky-talky empecé a escuchar lo que yo creía que eran radioaficionados que luego resultaron ser las bandas ciudadanas tan comunes en aquel tiempo, ese mismo espíritu cooperativo y libertario a un tiempo de la gente que usaba en aquella época las emisoras lo he visto reaparecer en Internet.

--¿Y como aprendió todo aquello? 

-- El último curso de bachillerato me apunté a la escuela de formación profesional del Inem del camino de Burlada y tuve una formación complementaria de electrónica, más mi información autodidacta.

-- ¿Encontró lecturas accesibles?

-- Yo tenía un amigo en la Chantrea, Pablo Muñoz, que hoy debe ser ingeniero de Telefónica, que le pegaba a eso más que yo. Compartíamos todo y recuerdo que comprábamos en la plaza del Castillo y cerca de Los Caídos también revistas extranjeras con las que terminamos aprendiendo bastantes idiomas.

-- Con su título de ingeniero de telecomunicaciones se haría el amo del barrio...

-- Me vine a Madrid a estudiar Ingeniería de Telecomunicaciones, hice aquí la mili, me casé y saqué unas oposiciones para ingeniero de Telefónica. Me destinaron a Pamplona y enseguida me llamaron para asesorar a una empresita que empezaba intentando montar un negocio de ordenadores "dragón" ¿Los recuerdas?

-- Una reliquia

-- Debe andar por los museos de tecnología... Pues con aquello montamos una pequeña tienda de ordenadores domésticos cerca de Los Caídos. Me parece que llegamos a vender una decena en total: un desastre por ir antes de tiempo.

-- Habría quien dijera: "estaba cantado: esto no tiene futuro..."

-- Claro. Por eso siempre me he sentido pionero al cruzar territorios en los que nadie creía y verlos luego florecer.

Experienci as útiles


-- ¿Le sirvieron todas estas experiencias después?

-- Fue una experiencia valiosísima y aquel proyecto de montar una central electrónica de transmisión de datos fue quizás el más ambicioso tecnológicamente llevado a cabo en España. Luego la compañía lo dejó de lado por estrategias políticas hacia tecnologías de fuera, pero durante cinco años hubo allí ingenieros muy capacitados, y aquellos desarrollos han hecho que toda una generación de ingenieros recibiera influencia de ese departamento. 

-- ¿En Banesto también fue pionero?

-- Mi segundo destino fue una filial de transferencia electrónica de fondos que llevaba todos los temas de tarjetas y medios de pago conectados al sistema 4B. Allá fue donde más aprendí en seguridad de la mano de Antonio de las Heras, el director general de 4B. En el año 92 con la crisis económica pisándonos los talones, lanzamos la primera oficina bancaria móvil de España: un camión blindado con un sistema de radio, un cajero y una oficina de banca en unos tiempos en que la tecnología era mucho menos disponible y mucho más complicada que hoy. 

-- ¿Le tocó la crisis de Banesto?

-- En el 95 fuimos los primeros en poner en marcha un servicio por Internet, cuando todavía estaba muy reciente la intervención del banco, en un momento con todo el saneamiento de la entidad en marcha. Sin embargo, el banco sacó adelante un par de cosas importantes con gran esfuerzo: mantener el equipo ciclista donde Induráin estaba en plena ascensión, y afrontar las primeras web con la sección de ciclismo.

-- ¿Conseguirán ustedes los ingenieros aliviar la complejidad que sigue habiendo en la red?

-- Es nuestro primer objetivo, pero hemos dado pasos de gigante. La primera vez que yo me conecté a Internet me costó más de tres días: tuve que poner en marcha un montón de parámetros que ni sabía cómo configurar... Era como cuando quería conseguir para mi emisora sonido estereofónico haciendo mil malabarismos. ¡Ahora te compras un transistor de dos duros y escuchas música celestial! Los sistemas operativos han facilitado al máximo la navegación y el software te ayudan un montón, pero estamos sometidos a muchos inconvenientes...

-- La misión de los ingenieros también es conseguir que las cosas sean cada vez más seguras y baratas.

-- Ahí vamos. La red no es más insegura que la vida real, que el problema es que en la vida real sabemos cuantificar el riesgo que corremos y en la virtual no. Un ejemplo de libro. Si yo contacto con Perico Pérez, ¿cómo puedo yo cerciorarme de que realmente es Perico Pérez? 

-- Eso.

-- Pues como en el mundo real: uno se fía de alguien porque no tiene por qué engañarte. Pero si tienes que hacer algún contrato con él, le pides un DNI y si el contrato es más serio, vais a un notario. En la red sucede lo mismo: intercambiamos corrreos con Perico Pérez sin más problemas pero si lo que queremos es hacer negocios, tenemos que asegurarnos y ya hay certificados electrónicos.

-- ¿Y es seguro?

-- Es lo que perseguimos con los medios de pago en la red: que cuando alguien utiliza su tarjeta, sepa que nadie pueda usar la tarjeta de otro.

-- ¿Y consiguen ir ganando confianza?

-- Un dato: sólo nosotros damos servicios a mas de mil tiendas, pequeñas en su mayoría. Ayudamos a programarles el sistema con unos costes que no se recuperan porque casi toda la comisión que se cobra en la tarjeta es para el emisor.

-- Algo sacarán...

-- Claro. Lo que espera el banco es que a las tiendas les vaya muy bien en la red, que ganen mucho dinero y que sigan manteniendo con él todo el resto de relaciones financieras.

-- ¿Qué cosas se venden en Internet?

-- Cosas bien conocidas por el usuario, marcas conocidas, productos que no precisen comprobación, que no valgan menos ni mucho más de 5.000 pts, que no caduquen en tránsito, que no tengan problemas de aduanas, con tamaño manejable, que el coste de envío no sea superior al de producción... Cosas como libros, discos, perfumes, ropa interior...

-- ¿Ropa interior?

-- Tiene un gran éxito. Quizás porque hay gente que le dé corte comprársela a su pareja. La intimidad es buen mercado de Internet.

-- ¿Como el sexo?

-- El mercado del sexo es muy activo en la red, pero el que más incidentes tiene.

-- ¿Como las medicinas?

-- Un internauta puede pedir en EEUU las medicinas que quiera, aunque es un tema muy delicado. Por eso se están pensando en España sistemas en que el médico haga una firma electrónica y el paciente pueda comprarlo sin ir a la farmacia.
 



El "dominio Inza" 

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